Tanto en harinas de madera como en la de cáscara de frutos secos, disponemos de un amplio abanico granulométrico estandarizado, con posibilidad de adaptarnos a las demandas técnicas de nuestros clientes.
La humedad de las harinas de cáscara de frutos secos es muy similar a la de la materia prima que corresponde.
No es así en la harina de madera, ya que el proceso de fabricación se inicia con el secado del producto, hasta dejarlo en valores del 4 al 12%.